La innovación y la responsabilidad social empresarial

04.10.2021


No sé si habéis oído hablar del "dilema del tranvía" La Wikipedia lo resume así:

Un tranvía corre fuera de control por una vía. En su camino se hallan cinco personas atadas a la vía por un filósofo malvado. Afortunadamente, es posible accionar un botón que encaminará al tranvía por una vía diferente, por desgracia, hay otra persona atada a ésta. ¿Debería pulsarse el botón?

Se han hecho experimentos sociológicos con adolescentes, y las respuestas fueron:

  • En torno a un 30% de ellos indicó que accionaría el botón y salvaría así al grupo de las cinco personas.
  • En torno a un 70% de ellos indicó que no haría nada, porque no era su responsabilidad que esas cinco personas estuviesen allí atadas, pero si sería su responsabilidad empujar a ese señor a la misma.

Buen dilema moral ¿verdad?

Traigo aquí a colación una frase que dijo el actor y periodista estadounidense Eric Sevareid en 1970 que nos hará pensar sobre este tema

La causa principal de los problemas son las soluciones.

¿Qué os parece?

La responsabilidad social empresarial, podría ayudar a actuar de forma diligente ante este tipo de cuestiones, recordemos que las fases de procedimiento de debida diligencia se refieren precisamente a esto, a utilizar un protocolo de actuación en caso de que nuestra actividad se pueda llegar a encontrar (es un mecanismo de prevención sobre todo)  en una situación que pueda afectar negativamente a los derechos humanos, sociales, laborales y medioambientales y como proceder ante ello.

Por eso no hay una fórmula mágica, ni todas las organizaciones se encuentran ante los mismos dilemas, ni todas las organizaciones toman iguales decisiones.

De hecho, este dilema del tren, se puede aplicar perfectamente a una fábrica, donde un operario en concreto, ante una situación inminente de riesgo derivada de algún producto defectuoso que no tiene marcha atrás, toma la decisión de salvar la vida de un compañero, poniendo en riesgo la vida de otros cinco, o decidirse por salvar la vida de esos otros cinco. Pueden ocurrir muchas situaciones así, sobre todo en empresas de actividad industrial.

¿Y nadie se ha parado a pensar que en realidad "la solución" es el problema, como dijo el actor antes citado?

Si nos quedamos atascados en el dilema moral, filosófico de la cuestión, y tenemos solo la opción A o B, no podremos nunca resolver muchas cuestiones que se nos presentan en el día a día de forma diligente.

La responsabilidad social empresarial no te va a decir a ti cuál es la respuesta más ética o correcta, no se trata de que todos pensemos igual, solo te ayuda a seguir unas pautas en tu actividad para que tú mismo tomes la que consideres más conveniente, en función de todo el contexto que te rodea, y como afecta tu actividad al mismo. Porque eres tú el que mejor conoce y entiende tu contexto particular y la forma en que incides en todo lo que te rodea.

Por eso, yo no te voy a decir cuál es la respuesta "más ética" al dilema del tren, porque la ética depende de muchos factores, como el entorno social y cultural donde estamos inmersos, de la familia donde nacemos, de la educación que hemos recibido, del país donde crecimos, de la ideología que tenemos etc. Y además, mi ética no tiene por qué ser mejor que la tuya, eso no tenemos forma de valorarlo.

Es decir, idea importante a destacar:

La responsabilidad social empresarial no da la respuesta correcta al dilema del tranvía. No establece ningún tipo de ética, moral, credo, religión, o ideología universal. Lo que se pretende con ella es el respeto efectivo a los derechos reconocidos en nuestras leyes, aunque actuemos en lugares o entornos sin ley o con regulación defectuosa, donde no se protegen los mismos.  Y es en ese sentido, que hay compromisos públicos de las organizaciones, de su gobierno corporativo, de respeto a tales derechos. 

Porque, cuando nos encontramos con situaciones así, donde las dos opciones posibles no nos convencen, (o incluso, si nos diera igual la respuesta en este caso del tranvía, al menos sabemos que hay leyes que hemos de cumplir, como la del derecho a la vida, que es lo que se vulneraría en el ejemplo, pudiendo incurrir en un delito punible, en ambos casos) no queda otra solución que INNOVAR y por eso la responsabilidad social empresarial está íntimamente relacionada con la innovación.

La Wikipedia define la innovación como:

Proceso que introduce novedades y que se refiere a modificar elementos ya existentes con el fin de mejorarlos, aunque también es posible en la implementación de elementos totalmente nuevos.

Por ello, no tenemos que contestar a ese problema filosófico (eso pertenece a nuestras ideas) sino INNOVAR para que no nos tengamos que encontrar nunca en una situación donde debamos accionar o no una palanca poniendo el riesgo la vida de una persona o de varias.

Porque, y en eso creo que todos estamos de acuerdo, tanto una opción como otra afecta a los derechos humanos, en concreto al derecho a la vida e integridad física recogido en muchas de nuestras leyes, tanto en las propias de nuestro país, como las leyes supranacionales a las que nuestro país se ha adherido.

Hago ahora un inciso para aclarar este tema de cumplimiento de las leyes, y es que la RSE no surgió en su momento como una serie de medidas de prevención de riesgos de incumplimiento de nuestras leyes, sino como la asunción LIBRE de una serie de conductas por empresas que, como consecuencia del proceso de globalización, empezaron a externalizar sus servicios en países donde había (y todavía hay) escasa o nula regulación en estas materias y se empezaron a producir sucesos muy trágicos debido a esa falta de regulación.

Es decir, el mensaje de las sociedades civiles era:

"Si tú como empresa cumples con las leyes de tu país en cuestiones como trabajo forzoso, explotación infantil, discriminación, jornadas laborales abusivas o sin periodos de descanso, medidas de seguridad en el trabajo e inspección de tus instalaciones etc., ¿por qué no sigues haciéndolo con respecto a tus filiales, fábricas que tienes en el extranjero, o fomentándolo con tus proveedores directos en el extranjero, aunque en esos países haya una NULA regulación en esas materias?

Y es que el contexto global en el que estamos inmersos tiene mucho que ver, porque la RSE es el proceso mediante el que asumimos una serie de medidas en nuestra organización (y como personas) donde detectamos con antelación, el posible impacto que podría tener nuestra actividad empresarial/ profesional en un contexto GLOBAL, y tomamos las medidas tendentes a evitar cualquier riesgo de vulneración de todos esos derechos recogidos en nuestras leyes, aunque esa actividad se realice, precisamente en un lugar donde todavía no hay leyes. 

Por eso la RSE va más allá de nuestras propias leyes. No se queda solamente ahí.

Recordad si no lo que pasó en Bangladés, cuando se derrumbó el edificio Rana Plaza en abril de 2013, con un saldo de 1.134 fallecidos y 2.437 heridos, un edificio que fabricaba para grandes firmas occidentales de ropa, con un sustancial abaratamiento de costes para las firmas, al externalizar esos servicios allí.

Tras este inciso, y retomando el tema de la innovación, vemos lo fundamental que es por tanto, a la hora de tomar las medidas tendentes a mitigar o erradicar los riesgos, INNOVAR, porque nos anima a buscar soluciones nuevas (ni la opción A, ni la opción B), formas de evitar que un medio de transporte como el "tranvía" pueda estar sin control de ningún tipo (desarrollo de innovación tecnológica) o incluso nos viene bien "conocer de antemano" que un adolescente (el suceso ocurrió en el 2008) pueda llegar a piratear la red de "control tranviario" y desencadenar un caos donde resultaron heridas 12 personas (necesidad de innovar en la seguridad informática). Como veis, este suceso puso en peligro la integridad física de esas personas. Y lo sabemos porque salió en la prensa. Porque se informó de ello.  Aquí la noticia

Por eso es tan importante la última fase del procedimiento de debida diligencia en la RSE, (lo que desarrollé en este otro artículo); me refiero a la fase de INFORMAR, comunicar las medidas que se han adoptado para evitar riesgos en nuestra organización, lo que es clave para que otras organizaciones que puedan encontrarse en situaciones similares tengan más y mejores herramientas para gestionarlas. 

Y además, mejora muchísimo la reputación de la empresa. Esa información que se supone que deben reflejar las grandes multinacionales en sus memorias de sostenibilidad. Esas memorias de sostenibilidad que suben en sus webs corporativas para ser consultadas por todos y que mejora tanto su reputación.

Por eso es tan positivo que las pymes introduzcan estándares de RSE en los modelos de negocio, aunque no haya todavía para ellas una obligatoriedad formal, o no incidan tanto en el medio como las grandes empresas, ya que eso ayudará a introducir elementos de INNOVACIÓN, y no desaparecer o tener una vida corta en beneficio de las grandes empresas, porque precisamente en situaciones de crisis, como la que hemos vivido y estamos todavía viviendo con el Covid, han sido las grandes multinacionales las que mejor se han adaptado a los cambios y se han hecho más fuertes, innovando en sus procesos o implantando nuevos procesos en su organización.

Porque el modelo de gestión de RSE se puede implantar hasta en un pequeño negocio, esa pizzería que esta a la vuelta de tu casa, que tiene 6 empleados que reparten pizzas a domicilio y que se pueden ver inmersos en múltiples problemas como atascos en el tráfico, robo de mercancía, accidentes etc.

De hecho, hay incluso modelos de negocio en España cuya regulación es escasa, como es el caso de la compañía Glovo, donde es muy necesario que mientras esa regulación llegue, los responsables apliquen modelos de gestión de responsabilidad social, esta empresa emergente, factura muchísimo, aunque todavía tiene muchas pérdidas debido sobre todo a la inversión, según se desprende de esta noticia,  pero tiene una gran laguna legal en su modelo de negocio, de hecho se ha detectado ya en la misma que está emergiendo un mercado negro donde varios glovers alquilan sus licencias a terceros que sin estar dados de alta en la plataforma, realizan las entregas, y ante situaciones así, nos preguntamos entonces que medidas toma la compañía y como identifica los riesgos, ante noticias tan desgraciadas como la de este enlace. ¿Te imaginas que esta empresa empieza a implementar un modelo de gestión de responsabilidad social y además comunicara como lo ha hecho? su reputación, dañada por ese suceso, tomaría otro cariz y daría igual que todavía no haya leyes claras que regulen su modelo de negocio. 

Ahora que sabes algunos de los beneficios que tiene la RSE; fomenta la innovación, mejora tu reputación e incrementa tus beneficios ( hay más, los iré desarrollando en posteriores artículos)  ¿te animas a implementar un modelo de gestión de la responsabilidad social empresarial en tu negocio? Recordad que para Pymes de hasta 50 trabajadores en la Comunidad de Madrid, se da una ayuda para el fomento de la responsabilidad social con un importe de hasta 2.500 €,  siendo subvencionale hasta un 75% de la inversión en la creación de un plan director para la posterior obtención de certificados ( en caso de empresas que lo necesiten) o directamente para la obtención/ renovación de esos certificados ( en caso de empresas que ya tengan implementado un plan director). Tu solo pones el otro 25% de la inversión.